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Patrimonio documental

Desde el punto de vista legal, la Pragmática Sanción prohibía “realizar cualquier escrito o impreso que fuera contrario a la decisión Real de expulsión de los Jesuitas” de los territorios peninsulares y de ultramar. Por ello, un documento que vulnerara esta ley y haya conseguido llegar hasta nuestros días, puede considerarse raro, ya que apenas quedan ejemplares similares, y en el caso de los manuscritos, además único, lo que les confiere un mayor valor documental y bibliográfico, como ocurre con varios de los documentos aquí expuestos.

Es conocida la importancia que la Compañía de Jesús ha dado, desde su inicio, a la formación de bibliotecas y librerías que recogieran todos los campos del saber, para favorecer la preparación de sus miembros y la de los alumnos de sus Colegios y Universidades, siguiendo la Ratio Studiorum. En esta línea, cabe destacar a los jesuitas Antonio Possevino, Claude Clement y Jean Garnier, quienes con sus métodos establecieron, desde muy temprano, pautas para la organización de los fondos, la redacción de catálogos y la instauración de normas de acceso con modernos criterios biblioteconómicos.

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Siendo consciente de esta realidad y del valor de las bibliotecas jesuíticas, Pedro Rodríguez de Campomanes, Ministro de Hacienda de Carlos III, dispuso una serie de instrucciones al poco de sancionarse la Pragmática; Instrucción de lo que se deberá observar para inventariar los Libros y Papeles existentes en las Casas que han sido de los Regulares de la Compañía, en todos los dominios de Su Majestad, Madrid, 23 de abril de 1767, primero, y Carta circular sobre que se haga Inventario de los Pertrechos de las Imprentas que tenían los Regulares de la Compañía, Madrid, 14 de octubre de 1767, poco después, para inventariar los libros y documentos de las Casas y Colegios de Jesuitas, así como para regular sus imprentas.

La clasificación ideada por Campomanes para inventariar los libros resultó ser muy avanzada. En ella, se adoptaron criterios bibliotecarios que, unidos a la buena organización previamente establecida por los propios jesuitas en sus librerías, favoreció el ordenamiento y la clasificación de los documentos, cuyo destino final fueron las bibliotecas universitarias o las diocesanas, allí donde no había universidad. Los papeles pasaron a formar parte del Archivo de Temporalidades y las imprentas se vendieron en su mayor parte.

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Carlos III, conocedor de la importancia de las bibliotecas jesuíticas, apoyó en Madrid la creación de una gran biblioteca a partir de los libros incautados a la Compañía, la cual se estableció en el antiguo Colegio Imperial que, a partir de ese momento, pasará a denominarse Reales Estudios de San Isidro. A los libros procedentes de dicho Colegio se unieron los fondos de la Casa Profesa y los del Noviciado o casa de Probación de Madrid, unos 34.000 volúmenes en total, salvo los duplicados que se destinaron a la venta. 

Con la Restauración de la Compañía, en 1814, volvió a ser Colegio Imperial, con la condición de que la biblioteca tuviera carácter público. Pero los sucesivos acontecimientos del siglo XIX como las nuevas expulsiones o las desamortizaciones, llevaron a la desaparición definitiva del Colegio Imperial y a su biblioteca a formar parte de la recién creada Universidad Central, desde 1970 Universidad Complutense de Madrid, depositaria entre otras, de las bibliotecas de la Compañía de Jesús antes mencionadas, así como la del Colegio Máximo de Alcalá de Henares, que contaba con unos 17.000 volúmenes, según datos señalados por Aurora Miguel Alonso (4)

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Durante el siglo XX, la situación no será muy diferente para la Compañía de Jesús. En 1932 vuelve a ser expulsada y se dispersan sus fondos que, en ocasiones, son solicitados para evitar su pérdida, por instituciones como la Universidad de Madrid, cuyo director de la Biblioteca eleva un escrito al Presidente del Patronato para la Administración de bienes de la extinguida Compañía de Jesús en el que, tras un preámbulo justificativo de la petición, solicitaba sus fondos bibliográficos, según consta en la documentación del Archivo de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, recogida en la Tesis doctoral de Marta Torres Santo Domingo (5):

“El justo deseo de hacer más eficaz la misión cultural y docente de esta Universidad, de un lado, y, de otro, la natural preocupación que todos sentimos y muy especialmente los que consagramos parte de nuestra vida a la investigación científica porque no permanezcan inexplorados los ricos tesoros bibliográficos de la nación, me llevan a solicitar de V.I. con singularísimo interés que los fondos históricos bibliográficos de las bibliotecas pertenecientes a las Residencias y Colegios de la extinguida Compañía de Jesús, domiciliados dentro del término correspondiente al distrito de esta Universidad, se cedan en propiedad o depósito a nuestra Universidad, con excepción de las obras y tratados elementales propios de la segunda enseñanza que puedan destinarse a formar los primeros núcleos de las bibliotecas de los Institutos recién creados, si así le pareciera bien… En tal concepto, suplico a V.I. en primer término que las bibliotecas de la Residencia y Colegio de Chamartín de la Rosa, ricas en obras antiguas, sean las primeras en incorporarse a nuestra Biblioteca”.

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El porcentaje de la colección de libros procedentes de los Colegios y Casas de la Compañía, en el caso de Madrid, supone a grosso modo, en torno al 30% del total del fondo patrimonial custodiado en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid. Este hecho puede extrapolarse, aunque con cierta cautela, al resto de universidades, bibliotecas de instituto, provinciales o de seminario con fondos de procedencia jesuítica; en la mayoría de los casos existen los inventarios realizados según la Instrucción de Campomanes, los listados de las propias bibliotecas o los de las sucesivas desamortizaciones, así como los recientes estudios de procedencias llevados a cabo en las bibliotecas universitarias, principalmente, para tener una ligera idea de la riqueza bibliográfica de las bibliotecas de la Compañía de Jesús que pasaron a acrecentar las principales bibliotecas españolas, sin mencionar las de ultramar.

A lo largo de los siglos XIX y XX, la Compañía de Jesús ha seguido fomentando el estudio, el conocimiento y la investigación, aplicando la Ratio Studiorum como camino hacia la excelencia en la educación, y para ello ha procurado apoyar, una vez más, la creación de bibliotecas en sus nuevas Casas, Colegios y Universidades.

En esta línea, surge de la XXIV Congregación General en 1892, la recomendación de escribir la Historia de la Compañía de Jesús desde sus orígenes, tomando como fuente los archivos de la Orden, prosiguiendo por el estudio de las distintas Asistencias y Provincias, para dar a conocer la aportación de los Jesuitas a la Historia de la Iglesia, la Educación y la Cultura, lo que se plasmará en la publicación de la Monumenta Historica Societatis Iesu(6), así como en la creación del Instituto Histórico y la impresión de una serie de revistas, además de la continuación de las ya existentes, como La Civiltà Cattolica, Archivum Historicum Societatis Iesu, Razón y Fe, Estudios Eclesiásticos o International Philosophical Quarterly, que realizan una importante aportación a la investigación histórica de la Compañía.

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Como muestra del apoyo a las bibliotecas y a los archivos, por parte de la Compañía de Jesús, podemos contemplar algunos de los documentos manuscritos e impresos seleccionados para esta exposición bibliográfica cuyas procedencias nos muestran sellos del Archivo Provincial de Toledo de la Compañía de Jesús, hoy en el Archivo de la Casa de Alcalá de Henares; así como los que presentan el sello de la “Delegación del Estado, Recuperación de Documentos”, en los documentos que fueron devueltos en los años '40 y '50 del siglo XX,  hoy también en el Archivo de la Casa de Alcalá de Henares; los sellos de la Biblioteca de los Padres Jesuitas de Comillas (Cantabria) y de la Biblioteca de Padres del Seminario Menor de Comillas (Cantabria), hoy en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid; de la Biblioteca de la Facultad de Oña, Bibliothecae Onniensis Societatis Jesu, con dos tipos de sellos que difieren en la representación del anagrama de la Compañía, entrelazado en uno de los casos; del Colegio de San Estanislao de Málaga; de la Biblioteca de la Facultad de Teología de Granada;  de la Biblioteca de la editorial Sal Terrae; de la Biblioteca de Teología de la Provincia de León; de la Residencia Corona de Austria; y de la Casa de Escritores Villa San José de Madrid; todos ellos en la Biblioteca de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid;  dos documentos con el sello del Archivo de dicha universidad; y, finalmente, algún sello personal, como el de Manuel Noriega y Vázquez, de Sevilla.

Entre las anotaciones manuscritas hay indicación de procedencias: de la Provincia de León; del Colegio Imperial de Madrid; del Archivo de Loyola; del Noviciado; de la Congregación de María de la Compañía de Jesús de Valencia; exlibris ms.: del P. Eguía; del Sr. Andreu Escales Gre; del P. Lerdo; y dedicatorias: “Regalo a Eusebio Sánchez Abril” o como la del P. Nemesio Otaño en la partitura compuesta expresamente para la celebración del Primer Centenario de la Restauración de la Compañía de Jesús, bajo el título de Marcha de San Ignacio de Loyola.

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Algunos de los documentos forman parte de colecciones facticias, es decir, han sido encuadernados en un único volumen y otros muchos están sin encuadernar, caso de la curiosa Carta que narra la travesía de vuelta a España de una veintena de Jesuitas, que, con la Restauración de la Orden en 1814, habían partido desde Roma en condiciones adversas, embarcando con una tripulación que apenas sabía navegar, por lo que estuvieron a punto de naufragar:

“Antonio de Vargas Ministro Plenipotenciario de S.M. en Roma participó en 18 de Obre. à los Jesuitas españoles residentes en aquella capital que tenia fletada en Civita-Vechia una buena embarcacion capaz de unos 24 sugetos … pero … el Capitan de la nave faltando à su palabra y atendiendo solate. à su personal interés, marchó … à cargar su Polaca Corsa mas de lo mucho que lo estaba. Burlados los Jesuitas … hubieron de permanecer en el meson 16 dias … y perdieron à dos de la comitiva … Los 21 que quedaban, se embarcaron finalte. Y se hcieron à la vela … del día 7 de Nbre. … tocadas las costas de Francia se les proporcionó à dos Navarros el ir por tierra à Pamplona. La navegacion fue infelicísima … peligro de naufragio … no había uno que supiese de marina: no había Piloto, ni Contramaestre, ni Practico … varias velas podridas e inservibles … la polaca … estaba cargada … hasta el Copete … que no hay condenado à galeras, que padezca tanto …”. O el Testamento de Pedro de Acuña y Malvar que entre sus últimas voluntades pide “Que si volvieran á estos Dominios los Jesuitas se les restituya toda la posesión que tiene S.E. en … Villaboa …”. (7)

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Las encuadernaciones, cuando las hay, son modestas; en pergamino, en holandesa, rústica, de tipo editorial y en tela. Destaca alguna en pasta española con guardas marmoleadas, una en tela con hierros dorados y guardas con el anagrama de la editorial, y otra firmada por el encuadernador A. Menaro, en Madrid.

La importancia bibliográfica de los documentos expuestos no radica en su apariencia externa, sino en el contenido (disposiciones legales, recursos, bulas, oraciones, memoriales, dictámenes, súplicas, cartas, actas, relaciones, testamentos, catálogos, certificados, odas, reglas, ejercicios, celebraciones, partituras, tratados de historia…)  descrito a lo largo de sus páginas, y en las huellas (sellos, exlibris, dedicatorias, firmas…) dejadas por los que los poseyeron, intervinieron en su elaboración o protagonizaron los acontecimientos narrados en ellos.

Notas:

  1. En Madrid : En la Imprenta Real de la Gazeta, 1767.-- Sign.: C-151(3bis). Archivo de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares (Madrid).

  1. Iglesia Católica. Papa (1800-1823: Pío VII). Sanctissimi… Pii Divina Providentia Papae Septimi Constitutio Qua Societatis Jesu in statum pristinum in Universo Orbe Catholico restituitur.—Romae: Apud Franciscum, et Felicem Lazzarini, 1814.—Sign.: C-153-a(18). Archivo de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares (Madrid).

  1. OTAÑO, Nemesio (S.J.), (1880-1956).-- Marcha de San Ignacio de Loyola gran orquesta, coro popular y coro mixto a seis voces sobre la melodía popularizada : compuesta para la conmemoración del Primer Centenario de la Restauración de la Compañía de Jesús (1814-1914) / por el … P. Nemesio Otaño S.J. -- Vitoria: Música Sacro Hispana, [1917] (Barcelona: Talleres Gráficos de A. Boileau y Bernasconi, 1918).—Sign.: Archivo de Música Santos 54. Biblioteca Universidad Pontificia Comillas (Madrid).

  1. MIGUEL ALONSO, A. “Los bienes de la Compañía de Jesús incautados en Madrid en 1767 y 1835, y conservados en la Universidad Complutense”, en La Desamortización: el expolio del patrimonio artístico y cultural de la Iglesia en España: actas del Simposium 6/9-IX-2007,  coord. por Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla. San Lorenzo de El Escorial (Madrid): Ediciones Escurialenses: Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, 2007

  1. TORRES SANTO DOMINGO, M. La Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Segunda República y la Guerra Civil. Madrid: Universidad Complutense, 2011.

  1. GÓMEZ RODELES, C. (S.J.), (1844-1913). Historia de la publicación "Monumenta Historica Societatis Iesu": recuerdo del primer centenario del Restablecimiento de la misma Compañía, 1814-1914 por el P. Cecilio Gómez Rodeles.-- Madrid : [s.n.], 1913 (Imp. del Asilo de Huérfanos del S.C. de Jesús).—Sign.: 2520-1-C. Biblioteca Universidad Pontificia Comillas (Madrid).

  1. Texto datado en Madrid, el 22 de noviembre de 1814, donde se ha mantenido la puntuación original.-- Sign.: 3-74-6. Archivo de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares (Madrid).