Santiago Ramón y Cajal: biografía
Una de las personas más importantes en su vida fue su padre, una influencia decisiva en la personalidad de Cajal. Justo Ramón Casasús, un médico cirujano que, a pesar de su carácter estricto y riguroso, inculcó en su hijo un profundo respeto por el conocimiento y la disciplina.
Aunque en su juventud Cajal tuvo una relación conflictiva con él debido a sus inclinaciones artísticas, con el tiempo, Justo lo guio hacia la medicina, lo que acabaría siendo determinante para su carrera como científico. Fue un ejemplo de dedicación y esfuerzo, valores que Cajal adoptó como pilares fundamentales en su vida.
Una figura que merece mención especial es Silveria Fañanás García, su esposa, con quien se casó en 1879. A lo largo de su vida, Silveria fue un apoyo indispensable para Cajal, proporcionándole estabilidad emocional y familiar. Juntos tuvieron siete hijos, y aunque Cajal estaba inmerso en sus investigaciones, siempre contó con el amor y el apoyo incondicional de Silveria.
En sus memorias, Cajal reconoció la importancia de su esposa en su vida, valorando su comprensión y paciencia, especialmente durante los momentos más difíciles de su carrera científica.
En su etapa de formación, podemos mencionar a Ignacio Martínez Cubells, catedrático de Anatomía de la Universidad de Zaragoza, donde Cajal comenzó sus estudios de medicina y descubrió la fascinación por el microscopio, una herramienta que se convertiría en imprescindible en su carrera científica.
Así mismo las investigaciones del neurocirujano Aureliano Maestre de San Juan, catedrático de Histología en la Universidad Central de Madrid influyó notablemente en los primeros trabajos de Ramón y Cajal sobre la estructura del cerebro.
Finalmente destacamos a uno de sus principales colaboradores, Luis Simarro Lacabra, también neurocientífico, pionero de la histología y de la psiquiatría, quien introdujo a Cajal en el método de tinción de Golgi, una técnica revolucionaria que permitió observar las células nerviosas con un detalle sin precedentes.
La influencia de su padre y de sus mentores académicos, el amor incondicional de su esposa Silveria y las contribuciones de sus colegas científicos, ayudaron sin duda a Cajal a convertirse en un gran científico y a lograr descubrimientos trascendentales, cuyo reconocimiento llegó, especialmente, a partir del Congreso de la Sociedad Alemana de Anatomía de 1895. El amplio eco social de los galardones y honores recibidos llevaría al gobierno a crear para él, en 1901, el Laboratorio de Investigaciones biológicas (embrión del Instituto Cajal).
Ramón y Cajal lograría además la creación de otras dos destacadas instituciones: el Instituto de Higiene Alfonso XIII, creado en 1899 como Instituto de Sueroterapia, Vacunación y Bacterología, para el fomento de la investigación y los avances sanitarios, del que fue primer director y la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), que presidió desde su creación en 1907 hasta su fallecimiento, cuyo objetivo fue la promoción de la investigación y educación científica y cuya estructura sirvió de inspiración al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Falleció en Madrid, el 17 de octubre de 1934, dos años después de Silveria Fañanás, su esposa durante más de cincuenta años, su mitad.