Comillas, al lado de la población ucraniana

Desde que el 24 de febrero de este mismo año, Rusia invadiese Ucrania, muchas han sido las iniciativas que han surgido por parte de los miembros de la comunidad universitaria de Comillas. Desde el primer mensaje institucional en el que la universidad mostraba su posición a favor de la no violencia activa, Comillas ha dado impulso a varias ideas que han tenido como objetivo el apoyo a la comunidad ucraniana y la transferencia de conocimiento a la comunidad universitaria y a la población en general sobre el contexto sociopolítico y económico pasado, presente y futuro.

Una de las iniciativas más relevantes, de ayuda directa, ha sido la apertura de plazas para estudiantes ucranianos que han tenido que desplazarse hasta nuestro país por la situación de guerra, dándoles la oportunidad de continuar o comenzar sus estudios universitarios. En concreto, por el momento han sido admitidos ocho alumnos que se unirán a estudios de grado y de postgrado en Comillas ICADE, Comillas CIHS y Comillas EUEF en el curso 2022/23. Además, Comillas Solidaria y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas (Comillas CIHS) están desarrollando un proyecto que quiere agrupar equipos de alumnos voluntarios, para dar soporte a los nuevos estudiantes procedentes de Ucrania, y a otros jóvenes refugiados en situación similar.

Durante los últimos meses se han sucedido otras iniciativas en el entorno del voluntariado universitario y corporativo, como la impulsada por la Unidad Clínica de Psicología, UNINPSI, a petición de algunos alumnos del grado de Psicología y de terapeutas de la propia unidad, que han querido hacer un acompañamiento profesional en el dolor de las personas desplazadas por la guerra. También la Clínica Jurídica, como parte de la Red Española de Clínicas Jurídicas, ha trabajado en una una guía de trámites y recursos para hacer más accesible el ejercicio de los derechos de los ciudadanos ucranianos ante su llegada a España. Información que se une a la que, desde el inicio de la crisis, la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, compila y difunde para la población ucraniana y española.

Desde los diferentes departamentos de los centros, los docentes e investigadores de la universidad han coordinado y organizado jornadas de difusión y análisis, en las que han participado cargos relevantes de la vida social y política. Así, el ministro de Asunto Exteriores, José Manuel Albares, expresaba la posición de España en el marco global en el Aula de Liderazgo Público organizada por MAS Consulting y por el Centro de Innovación del Derecho (CID – ICADE); Jesuitas y Comillas CIHS analizaron las claves históricas, políticas y religiosas del conflicto; Javier Solana, ahora director del EsadeGeo Center for Global Economy and Geopolitics y antiguo secretario general de la OTAN, y Ana Palacio, ex ministra de Asuntos Exteriores, se dieron cita en un coloquio en el que analizaban la respuesta ante la amenaza de Rusia; y, desde Comillas ICADE, la I Jornada de Derecho Internacional y Política Exterior se dedicó al nuevo orden internacional tras la invasión de Ucrania.

Las iniciativas de la comunidad comillense se han concretado también en ayuda material. El STIC ha donado equipos audiovisuales para que un grupo de niños refugiados, con diversos grados de discapacidad, puedan seguir clases online desde el centro de acogida de Salamanca en el que viven. Además, un grupo de menores está participando en el campamento urbano organizado en la universidad para los hijos de los empleados, gracias a las becas que le ha concedido la universidad, que también ha contratado traductores para facilitar su integración.

Al comienzo del conflicto, Comillas abrió un procedimiento especial para vehicular todas las propuestas, estudiarlas e implementarlas. Este procedimiento sigue abierto. Todas las iniciativas presentes y futuras se pueden encontrar en este espacio creado con el propósito de apoyar y aliviar, en la medida de lo posible, el sufrimiento de aquellas personas que se han visto obligados a salir de su país, escapando de una guerra de la que, por el momento, no se vislumbra el final.