Danas, tornados… ¿es resiliente el sistema eléctrico en España?

Varios expertos reunidos hoy en la jornada “La resiliencia del sistema eléctrico ante las catástrofes naturales”, organizada por el Observatorio de Derecho de la Energía de Comillas ICADE, han asegurado que es necesario incrementar las inversiones en redes eléctricas para que sean más resilientes, inteligentes, sostenibles y seguras ante fenómenos extremos como la dana de octubre. “Se deben establecer medidas que van más allá de lo que es un diseño convencional”, aseguró Manuel Argüelles, director general de Energía y Minas de la Comunidad Valenciana, quien solicitó “una ley de almacenamiento energético para tener sistema de energía distribuida”.

A este respecto, Ángel Mahou, director General de Transporte de Red Eléctrica de España, indicó que durante la dana en Valencia “no paso más porque la red está mallada y muchas zonas consiguieron resistir. Nos salvó el mallado de la red que garantiza que ante cualquier fenómeno el sistema se mantenga activo llevando la energía por caminos diferentes”.

Los ponentes coincidieron en que el cambio climático está poniendo a prueba los sistemas eléctricos en España, lo que hace imprescindible “la incorporación de tecnologías avanzadas, como la automatización y los sistemas predictivos, para minimizar tiempos de respuesta y garantizar el suministro”. También hubo referencias a la inteligencia artificial y el análisis de datos en la optimización del mantenimiento y la gestión de la red, con el objetivo de mejorar la fiabilidad del sistema eléctrico y reducir el impacto de incidencias. En este sentido, Ana Mancera, CEO de i-DE Redes Eléctricas Inteligentes de Iberdrola, explicó que ya se han aprobado fondos para el Proyecto Illumina, con el que se rediseñarán las redes eléctricas afectadas por la dana e incrementar así la resiliencia de la infraestructura eléctrica.

Los expertos destacaron la necesidad de un mix de generación eléctrica que garantice el suministro, subrayando especialmente los riesgos asociados al cierre de las plantas nucleares. “Su desaparición podría derivar a un aumento significativo de los precios de la electricidad y un incremento de la dependencia energética, así como de las emisiones de CO2”, dijeron.

Juan José Lavilla, director del Observatorio de Derecho de la Energía, aseguró que “durante la dana se reaccionó de forma segura y flexible gracias a la coordinación entre red de transporte y distribución que hizo que el suministro se recuperara en tiempo récord”.