La pobreza energética se modera en España, aunque las cifras pueden preocupar
La Cátedra de Energía y Pobreza de Comillas ICAI presentó una nueva entrega del estudio que analiza este fenómeno durante 2023
Roberto Barrella (izquierda) y José Carlos Romero, investigadores de la Cátedra de Energía y Pobreza de Comillas ICAI, durante la presentación del informe.
22 de octubre de 2024
El último informe de indicadores de pobreza energética en España 2023 de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, disponer de energía asequible sigue siendo un reto para millones de hogares en España en 2023, aunque algunos indicadores muestran una ligera mejoría.
Los datos más llamativos muestran que el número de hogares que no pudieron mantener una temperatura adecuada durante el invierno creció hasta el 20,7% en 2023, “un dato muy alto probablemente influenciado por un cambio metodológico de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística”, según José Carlos Romero, investigador de la cátedra.
Por su parte, Roberto Barrella, otro de los investigadores que ha elaborado el informe, asegura que “pese a la moderación de los precios de la energía en 2023 tras los picos históricos de 2022, el alivio en la presión sobre los hogares vulnerables no ha sido suficiente”. Por esa razón, y a pesar del aumento de los ingresos y la disminución del gasto energético en muchos hogares, “el 17% de los hogares dedicaron más del doble de la mediana nacional a cubrir sus necesidades energéticas. Sin embargo, el indicador basado en el ingreso mínimo estándar (MIS) mostró una ligera mejora, situándose en 12,7%”, aseguró Barrella.
El informe arroja más datos: más de diez millones de personas declararon no poder mantener sus hogares con una temperatura adecuada en invierno, mientras que 4,6 millones tuvieron retrasos en el pago de facturas energéticas. Además, los autores del informe introducen el indicador de brecha de pobreza energética, que mide la diferencia entre el gasto real en energía de los hogares y el umbral necesario para cubrir adecuadamente sus necesidades energéticas. “En 2023, la brecha de pobreza energética en los niveles más bajos de renta se redujo en un 46% con respecto al mismo dato de 2022”, señalan los investigadores.
El informe también introduce un escenario hipotético, en el que se analiza el impacto de no haber contado con los bonos sociales. Los resultados revelan que, sin esta ayuda, la brecha de pobreza energética habría sido significativamente mayor, demostrando que, aunque las medidas de apoyo no son suficientes para eliminar el problema, han logrado aliviar considerablemente la carga económica de los hogares más vulnerables.
El informe subraya la importancia de seguir implementando medidas que garanticen el acceso a una energía asequible para los hogares vulnerables con el objetivo de reducir, entre otras cosas, el porcentaje de la población que tiene retrasos en el pago de las facturas energéticas (9,6%).