Muere el P. Jorge Ferrer, antiguo director de la Cátedra de Bioética

Doctorado en Teología Moral por la Universidad Pontificia Comillas y profesor de la de Moral de la Persona en esta universidad, fue director de la Cátedra de Bioética durante el curso 2001-2002. Especialista en bioética de prestigio mundial, formó parte de la facultad del Colegio de Artes y Humanidades de la PUCPR y fue escogido por papa Francisco para asesorar a la Santa Sede en asuntos de investigación teológica. No en vano, fue uno de los 28 especialistas en teología del mundo que formó parte de esta comisión de carácter global.

En abril de 2019 fue elegido presidente de la Federación Latinoamericana de Instituciones de Bioética (FELAIBE) para el período de 2019 al 2021. En junio del mismo año fue nombrado académico correspondiente de la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede.

Fue autor y coeditor de varios libros. Tres de ellos fueron publicados por el Servicio de Publicaciones de Comillas: Sida y bioética, de la autonomía a la justicia (1997); Para fundamentar la bioética, coescrito junto a Juan Carlos Álvarez (2003), y el más reciente Bioética. El pluralismo de la fundamentación (2017), con Juan Alberto Lecaros y Róderic Molins.

IN MEMORIAM por Javier de la Torre

Estudios y enseñanza

Jorge Ferrer nació el 14 de septiembre de 1951 en San Juan de Puerto Rico. Pasó su infancia en la finca cafetalera que su familia tenía en las montañas de Puerto Rico.

Se graduó en 1972 en la Universidad de Santo Tomás de Houston (Texas) (Bachelor of Arts) y un año en la Universidad de Notre Dame (Indiana), estudió su bachiller en Teología y licencia en Teología en la Universidad Gregoriana (Roma) entre 1973-1977.

Fue ordenado sacerdote en la diócesis de Arecibo (Puerto Rico) el 12 de agoto de 1977. De 1977 sirvió en la Parroquia San Juan Bosco de Arecibo y fue profesor de Filosofía y Teología en la Universidad Católica de Puerto Rico (Recinto de Arecibo). De a1979 a 1983 fue vicario episcopal de asuntos pastorales y director del Movimiento de Cursillo de Cristiandad en la diócesis.

En 1983 ingresa en la Compañía de Jesús en el noviciado de San Juan. Siendo novicio, fue profesor visitante de teología pastoral en el Seminario San Vicente de Paúl de Boynton Beach (Florida).

En el curso 1985-1986 enseña en el Colegio San Ignacio de Loyola de San Juan.

En 1988 obtiene su Maestría en Consejería Pastoral en la Universidad Loyola de Maryland.

De 1988 a 1991 reside en Madrid para realizar tu tesis doctoral con el P. Javier Gafo. Aborda un tema actual: El virus de inmunodeficiencia humana (VIH): su problemática teológico-moral. Es defendida en 1992.

En estos años reside en una casa con estudiantes jesuitas jóvenes y colabora con las parroquias Santa María de la Fe y San Francisco de Borja de Madrid.

 De 1991-1995 es vicepárroco en la Parroquia San Ignacio de San Juan y comienza a dar clases de teología en el Centro de Estudios Dominicanos (CEDOC) en Bayamón (Puerto Rico)

De 1995-2001 fue profesor del Centro de Humanidades Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Caribe en Bayamón. De 1996-2001 fue profesor de Teología Moral en el Seminario Mayor de San Juan (Puerto Rico).

De 1996 a 1998 fue profesor de Teología Moral en la Universidad Gregoriana durante un trimestre cada año.

De 2001-2002, tras la reciente muerte del P. Javier Gafo, fue profesor de Moral de la Persona en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas y director de la Cátedra de Bioética.

En 2002-2003 fue profesor asistente en la Universidad Interamericana de Puerto Rico en Bayamón mientras asistía en la Parroquia de la Inmaculada en Vega Alta (Puerto Rico).

De 2003 a 2012 enseña en la Universidad e Puerto Rico en Mayagüez y desde 2004 a 2012 es vicepárroco en la Parroquia del Buen Pastor en Mayagüez (Puerto Rico).

En 2012 es nombrado Director del Instituto Hostos de Bioética de la Universidad de Puerto Rico en San Juan. Colabora con la parroquia de San Ignacio.

Fue director fundador de la Escuela de Teología, obra de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico. A ella le dedicó gran parte de su trabajo los últimos años en un profundo servicio a la Iglesia.

Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional, nombrado por el papa Francisco, en 2021. Fue Académico de la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede.

Fue Presidente de la Federación Latinoamericana de Bioética desde 2019 a 2021.

La persona

Jorge era una persona profundamente cordial a la vez que metódica y trabajadora.

No podía vivir sin pasear. Sus paseos, solos o acompañados, le ayudaban a rumiar y pensar más claramente, a salir de su cuarto y sus aulas. Su seriedad aparente, su rostro alargado, quedaban pronto a un lado cuando te encontrabas ante su amplia sonrisa.

Era una persona rigurosa, un poquito perfeccionista y escrupulosa, que hacía que su hablar y escribir fuera siempre perfilado, agudo, matizado. Era un gran profesor, predicador y conferenciante excelente y ameno. Junto con su orden y claridad, sabía que no todo cuadraba y encajaba y allí era donde aparecían sus bromas, sus anécdotas, sus historias, sus chistes que como un relámpago hacían ver que todo era siempre mayor de lo que parece y comprendemos. La teología, los curas, los médicos y la burocracia sanitaria eran una buena fuente para reír y comprender nuestras limitaciones, las paradojas de la existencia.

Como su maestro, el P. Javier Gafo, sufrió con algunos pronunciamientos del Magisterio católico en algunas posiciones morales, pero fue una persona de Iglesia hasta los tuétanos, y siempre trabajó por tender puentes en muchos temas de bioética y moral sexual. Ese sufrimiento tocó su salud y tocó su alma y, con el tiempo y poco a poco, fue capaz de elevarlo, trascenderlo, situarlo. La fe, los amigos, los paseos y el tiempo los transformaron en una todavía mejor persona, con una gran finura y sensibilidad.

Cuidó siempre la amistad con los obispos y con el mundo diocesano, del cual provenía y al cual siempre estuvo profundamente vinculado pastoralmente y con estrechos amigos. Era jesuita de vocación tardía, gozosamente jesuita, encantado de tener tantos hermanos por el mundo. Su vida estuvo llena de distintos lugares, amigos, universidades, parroquias, pero todas siempre entroncadas y enraizadas en su ser jesuita, en su comunidad jesuita. Era el hogar al que iba y volvía en mitad de tantos viajes y destinos en Puerto Rico, España, Estados Unidos, Italia y Latinoamérica.

Le gustaba España y no se sentía extraño entre nosotros. En nuestra última larga conversación y paseo de junio, me dijo que no le importaría vivir en España, ser destinado aquí. Se sentía más en casa que en Italia o en USA. Tenía buenos y viejos amigos en España y, además, muy diversos. Diversos amigos del mundo de la bioética, de su pastoral, de grupos de matrimonio, de la Universidad. Le gustaba venir a las casas, compartir la mesa, conocer nuestras familias, siempre que no nos alargáramos mucho por la noche. Su mirada amplía, su deseo de escuchar y aprender de la vida, su rechazo del conflicto hacía que muchas personas se sintieran muy cómodas a su lado. No le gustaban las estridencias, las violencias, prefería y encarnaba en su vida el valor del diálogo y la búsqueda conjunta en bioética, en teología moral y en la Iglesia.

Le gustaba predicar, el contacto cordial, la pastoral. Valoraba mucho el encuentro con los problemas de los cristianos en su vida laboral, matrimonial, con los hijos, en su vida de fe, en la Iglesia, en la política. La gente se le acercaba y él se acercaba a la gente, a pesar de ser un poco tímido. Era muy consciente de lo importante que era vivir en los afectos, de necesitar vivir cálidamente. Era sobrio en los saludos, en la expresión, en las despedidas, pero profundamente afectuoso en el trato, en las palabras.

Su pasión por el diálogo le llevaron siempre a cultivar ciertos temas clave, muchos de ellos fronterizos y de actualidad. Le encantaba la historia, pero creía que debía ayudar a dar una palabra a los temas del momento. El sida en su tesis doctoral, el covid más recientemente, la clonación, la ecoética, los trasplantes o, ante el Huracán María de 2017 que azotó su país, sus reflexiones sobre la ética de las catástrofes o los temas de justicia distributiva en servicios de salud en un país con el suyo con una fuerte crisis económica y financiera los últimos años.

Es difícil terminar, pero si tuviera que decir algo final sobre Jorge, al que conocí en 1988, lo que más destacaría es su pasión serena y tranquila por el diálogo entre la teología y el mundo secular.  No le gustaba el ruido, ni los focos. Deseaba que todo estuviera unido. Estaba locamente enamorado de Dios y la Iglesia, pero también del mundo. Sus apuntes personales de moral de la persona del 2001 que celosamente conservo están llenos de anotaciones científicas y teológicas, intentando acercar esas dos fuentes de saber para hacernos más humanos, más cordialmente humanos. Soñaba que su Dios lleno de mundo viviera en un mundo lleno de Dios.

Publicaciones

Libros propios

• Deber y deliberación, una invitación a la bioética, Mayagüez, Centro de Publicaciones Académicas de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, 2007  
• SIDA y bioética: de la autonomía a la justicia. Madrid, Universidad Pontificia Comillas, 1997.  
• SIDA, ¿Condena o solidaridad?, Madrid, PPC. 1992.  

Libros como autor

• FERRER, J.J. AND ÁLVAREZ, J.C., Para fundamentar la bioética. Teorías y paradigmas teóricos en la bioética contemporánea. Madrid-Bilbao, Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas  y Desclée de Brouwer, 2003.  

Libros como coeditor

• FERRER J. J., LECAROS J. A. & MOLINS R. (Eds.), Bioética: el pluralismo de la fundamentación, Madrid, Universidad Pontificia Comillas, 2016.
• FERRER, J.J. AND MARTÍNEZ, J.L. (Eds.) Bioética: un diálogo plural. Madrid. Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas, 2002. (Colección de ensayos como homenaje póstumo al Prof. Dr. Javier Gafo Fernández)
• SANTOS AND VARGAS L., FERRER, J.J., AND DAMIANI, B.M. (Eds.) Humanities and the Health Sciences. A Collaborative Project for Faculty Development and Curricular Revision. A Puerto Rican Experience. Potomac (Maryland), Scripta Humanistica, 2001.