Tecnología al servicio de la salud: cómo una app puede cambiar la vida de los pacientes con dermatitis atópica
14 de septiembre. Día Mundial de la Dermatitis Atópica
14 de septiembre de 2024
La dermatitis atópica es mucho más que una enfermedad de la piel. Se trata de una afección crónica que impacta la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, tanto a nivel físico como emocional. El picor constante, las lesiones visibles y las dificultades para seguir tratamientos a largo plazo generan no solo incomodidad, sino también ansiedad, problemas de autoestima y, en muchos casos, aislamiento social. Ante esta panorámica, la innovación tecnológica se ha convertido en una herramienta clave para transformar la manera en que se aborda esta enfermedad.
En este contexto, profesoras e investigadoras de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios – Comillas (EUEF), lideradas por la profesora Laura Visiers, han desarrollado, en colaboración con Health One Click, una aplicación móvil con el objetivo de mejorar la vida de los pacientes con dermatitis atópica. Utilizando la metodología Design Thinking, un enfoque centrado en las necesidades del usuario, el equipo ha creado una herramienta digital que permite a los pacientes llevar un seguimiento personalizado de su enfermedad, facilitando tanto el control de los síntomas como la adherencia a los tratamientos.
Innovación digital para el autocuidado
La dermatitis atópica afecta a alrededor del 20% de los niños y al 3% de los adultos en el mundo. Los tratamientos están basados en corticoides e inmunosupresores, pero diversos estudios indican que entre el 20% y el 50% de los pacientes no los cumplen adecuadamente, generalmente debido a los efectos secundarios o falta de comprensión sobre la importancia de seguir las indicaciones médicas. “Esta herramienta busca resolver estos problemas, ayudando a los usuarios a recordar sus pautas de medicación, registrando sus síntomas y proporcionando información personalizada” comenta Laura Visiers.
La aplicación permite a los pacientes monitorizar su piel diariamente, registrar los desencadenantes de los brotes, y recibir recomendaciones personalizadas basadas en factores como el clima, la alimentación o los niveles de estrés. "Nuestra meta es facilitar la autogestión de la enfermedad, ofreciendo una solución que no solo sea útil, sino también fácil de integrar en el día a día del paciente", explica Nuria de Castro, una de las investigadoras del equipo.
Empoderamiento del paciente
El verdadero impacto de esta innovación reside en el empoderamiento del paciente. Marta González, investigadora del proyecto, señala: "La posibilidad de llevar el control de su propia enfermedad de forma proactiva permite a los pacientes sentirse más seguros y menos dependientes del sistema de salud. Nuestra intención es que esta herramienta les devuelva la autonomía que a menudo pierden cuando lidian con una enfermedad crónica".
Este empoderamiento se refleja en la capacidad de los pacientes para tomar decisiones informadas sobre su salud. La aplicación no solo ofrece recordatorios y registros, sino que también proporciona información educativa sobre la enfermedad y los tratamientos disponibles, lo que ayuda a los usuarios a comprender mejor su situación y a tomar un papel activo en su cuidado.
Un cambio en el paradigma de la salud
La aplicación desarrollada no es simplemente un asistente digital. Representa un cambio en la forma en que las enfermedades crónicas pueden ser gestionadas. En lugar de un tratamiento reactivo que se enfoca en aliviar los síntomas una vez que ya han aparecido, la tecnología permite una gestión proactiva, ayudando a prevenir brotes antes de que se manifiesten. Según Marta Benito, otra de las investigadoras, "el enfoque personalizado y la capacidad de registrar y analizar datos en tiempo real son clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes". Esta app no solo actúa como un recordatorio para seguir los tratamientos, sino que también educa al paciente sobre su propia condición, lo que contribuye a una mayor adherencia y mejores resultados a largo plazo.
Este tipo de herramientas digitales no solo benefician a los pacientes, sino que también ayudan a los profesionales de la salud. Al contar con datos actualizados y precisos sobre el estado de cada paciente, los médicos pueden tomar decisiones más informadas y adaptar los tratamientos de manera más eficaz. "Al integrar la tecnología en el tratamiento de la dermatitis atópica, estamos facilitando una toma de decisiones más rápida y precisa, lo que puede reducir la frecuencia y gravedad de los brotes", añade Lourdes Navalpotro, profesora e investigadora.
Hacia un futuro más digital y accesible
La dermatitis atópica es solo un ejemplo de cómo la tecnología puede mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades crónicas. Este tipo de aplicaciones, que combinan la monitorización diaria con el análisis de datos, tienen el potencial de transformar el campo de la medicina y el autocuidado, haciendo que el manejo de enfermedades sea más accesible y menos dependiente de las visitas al médico.
El proyecto liderado por la EUEF es un avance significativo en esta dirección, y esperan que esta tecnología no solo mejore la vida de los pacientes con dermatitis atópica, sino que inspire el desarrollo de soluciones similares para otras enfermedades crónicas. Como concluye Laura Visiers: "La clave está en poner a la persona en el centro del proceso de diseño, porque solo así podemos crear herramientas verdaderamente útiles que marquen una diferencia en la vida de los pacientes".
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